Un matrimonio posee una cuenta bancaria de titularidad indistinta. El marido va a proceder al ingreso en la misma de la cantidad correspondiente al expediente de regulación de empleo (ERE) llevado a cabo por su empresa. Asimismo tiene intención de ingresar el saldo del plan de previsión asegurado del que es titular.
Ante la duda sobre la tributación de estos ingresos, eleva una consulta a la DGT, que establece:
a) Dado que la normativa tributaria no modifica la titularidad de los bienes y derechos, se ha de distinguir entre la titularidad de disposición y la titularidad dominical. Para ello, se ha de acudir a las normas generales sobre la titularidad jurídica y, en concreto, a las disposiciones reguladoras del régimen económico matrimonial así como a las que resultan aplicables a las relaciones patrimoniales entre los miembros de una familia. Así, si los bienes y derechos son comunes a ambos cónyuges, se han de atribuir a la mitad -salvo que se justifique una cuota de participación diferente-; por el contrario, si no resulta debidamente acreditada la titularidad de los mismos, la Administración ha de considerar como titular al que así figure en un registro fiscal o de carácter público. Lo mismo ocurre respecto a las cargas, gravámenes, deudas y obligaciones (LIP art.7).
Teniendo en cuenta lo anterior, cuando la titularidad de los saldos de una cuenta bancaria se atribuye a varias personas de manera indistinta, el TS ha considerado no se ha de presuponer la comunidad de dominio sobre los bienes y derechos depositados, ya que el mero hecho de abrir una cuenta corriente de manera indistinta o solidaria no implica la existencia de un condominio -y menos a partes iguales- sino solo la facultad dispositiva de dicho saldo por cualquiera de los titulares (entre otras, TS 24-3-71, EDJ 138; TS 8-2-91, EDJ 500002). En estos casos, la titularidad dominical viene determinada por las relaciones particulares o internas entre los titulares y, en concreto, por la originaria pertenencia de los fondos o numerario de que se nutre la cuenta (por ejemplo, sociedad existente, nexo de parentesco, amistad, autorización o mandato, etc.), debiendo ser probado fehacientemente frente a terceros.
b) En segundo lugar, en relación con la facultad de disposición del saldo en dichas cuentas de titularidad solidaria o indistinta cuando fallece unos de los cotitulares, el TS igualmente ha considerado que la titularidad de disposición total sobre el saldo de las mismas solo tiene vigencia mientras los cotitulares vivan. Por tanto, en caso de fallecimiento de uno de ellos, a partir de dicho momento el otro u otros de los cotitulares dejan de tener facultad de disposición sobre el saldo cuya titularidad dominical le correspondía al fallecido, pasando a formar parte del caudal relicto y, en consecuencia, a sus causahabientes -herederos o legatarios- (CC art.659 y 661).
c) Teniendo en cuenta lo anterior, si finalmente fuese ingresado por el marido en la cuenta de la titularidad indistinta de ambos cónyuges la indemnización del ERE, así como el saldo correspondiente al plan de previsión asegurado, a efectos de determinar si se produce una donación a la mujer, habría que distinguir dos situaciones:
– Que aunque los fondos perteneciesen originariamente al marido, solo se estuviese permitiendo a la mujer por parte de la entidad financiera la facultad de disposición de los mismos una vez ingresados en la cuenta de titularidad común: en ese caso, esto no determina la existencia de un condominio sobre dicho saldo, no produciéndose el hecho imponible del ISD.
– Que la titularidad dominical de los fondos de los que provienen el dinero depositado en la cuenta de titularidad común -ya sea en su totalidad o parcialmente- haya sido transmitida a la mujer: en ese caso, se produce una donación, la cual constituye hecho imponible del ISD, quedando obligada como donataria al pago del impuesto
Reciba un cordial saludo
Bufete Jurídico y Tributario Bailen, S.L.P.